"(...) En cada falso se esconde una parte de verdad. (...)"
Empiezo el año con él, con uno de mis directores favoritos, Giuseppe Tornatore y una película que a mí me había pasado desapercibida en las grandes salas... y qué pecado ha sido!
Como siempre he hecho en este espacio, no les contaré de la trama ni analizaré los aspectos cinematográficos, primero porque no estoy capacitada para hacerlo y segundo porque no es lo que me interesa. Prefiero continuar con aquello que me ha provocado la película, en lo que me hizo reflexionar.
Con ésta, al ver el personaje interpretado por Geoffrey Rush, Virgil Oldman y cómo conoce y se relaciona con el de Sylvia Hoeks, Claire; no pude dejar de pensar en los engaños y en cuanto nosotros mismos dejamos que esto -nos- suceda. Quiero decir, ¿por qué no vemos las señales? ¿por qué no prestamos atención a esa campanilla que suena en el fondo? ¿o a aquello que llamamos instinto? ¿realmente nos engañan o somos nosotros mismos los que elegimos creer en espejismos? ...creo que a veces es tanta la necesidad que se puede tener de "algo" que inconscientemente nos dejamos caer en ese "falso". Y no quiero decir en ningún momento ni bajo ningún concepto que alguien merezca ser engañado, menos aún justificar a quien lo hace, obviamente; sino simplemente que al ver esta película me quedé pensando en cuánto podemos ser responsables de la "ficción" del otro y cuánto de real, de verdadero, pueda haber en ella.
"(...) Los sentimientos humanos son como las obras de arte, pueden ser el resultado de una... ¿cómo decirlo? ...simulación. Todo puede ser simulado, Virgil: la felicidad, el dolor, el odio, la enfermedad, la cura... inclusive hasta el amor. (...)
En cualquier modo, reflexiones aparte, no te pierdas esta historia, estoy segura que te gustará.
La buscaré en Stremio... aquí no llegó a las salas, como es el caso de tantas películas italianas, aquí hace rato que nos las estrenan... no los excusa la cuarentena.
A mí me ha pasado de llegar a Buenos Aires y ver en cartelera películas italianas que ya tenían unos cuantos años... y sé que algunas ni llegan directamente. Y no, no es excusa lo del virus.
De todos modos, Carlos, revisa tu correo... besotes!
Si la recomiendas tú, seguro que merece la pena. Yo también creo que muchas veces nos dejamos llevar por algo que no es real, quizá porque lo anhelamos o porque si existencia nos hace bien, posiblemente por ese deseo. Besitos
Exactamente Oscar... y no hablo de "culpas", no me gusta esa palabra ni concepto, tan bíblico y religioso, pero sí de responsabilidades, y hay que asumir las propias, siempre.
Ethan... será de 'tontos' pero me consuela saber que a ti, que eres un especialista del cine, también se te ha "escapado" esta película... estoy convencida que te gustará.
La buscaré en Stremio... aquí no llegó a las salas, como es el caso de tantas películas italianas, aquí hace rato que nos las estrenan... no los excusa la cuarentena.
ResponderBorrarAbrazo feliz como este 2022 para vos, Silvia.
A mí me ha pasado de llegar a Buenos Aires y ver en cartelera películas italianas que ya tenían unos cuantos años... y sé que algunas ni llegan directamente. Y no, no es excusa lo del virus.
BorrarDe todos modos, Carlos, revisa tu correo... besotes!
Viniendo de Tornatore, seguro que sí.
ResponderBorrarPues si la ves, Trecce, ya me contarás... un beso.
BorrarSi la recomiendas tú, seguro que merece la pena. Yo también creo que muchas veces nos dejamos llevar por algo que no es real, quizá porque lo anhelamos o porque si existencia nos hace bien, posiblemente por ese deseo. Besitos
ResponderBorrarExactamente Oscar... y no hablo de "culpas", no me gusta esa palabra ni concepto, tan bíblico y religioso, pero sí de responsabilidades, y hay que asumir las propias, siempre.
BorrarBesotes!
Tornatore me encanta y yo sin saber de esta película... Habrá que ponerle remedio. Abrazos.
ResponderBorrarEthan... será de 'tontos' pero me consuela saber que a ti, que eres un especialista del cine, también se te ha "escapado" esta película... estoy convencida que te gustará.
BorrarBesos!