"...Pedaleé como si huyera y en realidad huía de ella, de los sueños, de los recuerdos. Creía que tenía que olvidar. Estaba seguro que conseguiría olvidar.
El tiempo ha pasado y he pasado mi vida banalmente, he conocido a tantas mujeres y siempre me han dicho, 'acuérdate de mí'. Pero siempre las he olvidado.
Aún hoy es ella la única que no he olvidado... Malèna..."
("Malèna" de Giuseppe Tornatore)
Era el año 1940 en Sicilia, y todos están escuchando a Benito Musolini -el Duce- que comunica a los italianos que acaban de entrar a la II Guerra Mundial. Pero Renato no... él tiene trece años y en lo único que logra pensar es en Maddalena, o como la conocen en el pueblo, Malèna. Ella (Monica Bellucci), es la mujer más bella y deseada, y Renato junto a sus amigos no pierden un sólo movimiento, la siguen en bicicleta, la observan mientras pasea o hasta en la propia casa.
Es una película con una historia simple, sencilla, hasta podría decirse, previsible; pero el verdadero encanto de "Malèna" está en que te hace ver una tierra, una Italia soñada, inmortal. Es un homenaje a este país y su gente; con una muy joven actriz en el trabajo que la afianzará para siempre en este mundo del séptimo arte; una fotografía estupenda y la maravillosa música de Ennio Morricone.