"(...) En ese momento fue como si el tiempo se detuviera, y el Alma del Mundo surgiera con toda su fuerza delante al muchacho. Cuando observó los ojos de ella, un par de ojos negros, los labios indecisos entre una sonrisa y el silencio, él comprendió la parte más importante y más sabia del lenguaje hablaba el mundo, y que cualquiera sobre la Tierra era capaz de comprender con el propio corazón. Y se llamaba 'Amor', una cosa más antigua de los hombres y hasta del desierto, que sin embargo aún resurgía siempre con la misma fuerza donde sea que dos miradas se cruzaran como se cruzaron esas dos delante a un pozo. Los labios de la joven, al final, decidieron mostrar una sonrisa: era una señal, la señal que el muchacho había esperado por tanto tiempo en el curso de la vida, que había buscado en las ovejas y en los libros, en los cristales y en el silencio del desierto. Y estaba allí, el lenguaje puro del mundo, sin alguna explicación, porque el Universo no tenía necesidad de explicaciones para proseguir el propio camino en el espacio sin fin. Todo aquello que el muchacho comprendía en ese momento era que se encontraba de frente a la mujer de su vida y también ella, sin ninguna necesidad de palabras, debía ser consciente. Estaba segura más de cuanto lo fuese de cualquier otra cosa al mundo, aún si los padres, y los padres de los padres, le habían siempre dicho que, antes de casarse, era necesario frecuentarse, ponerse de novios, conocerse, y tener dinero. Pero, tal vez, quien lo afirmaba no había jamás conocido el lenguaje universal: porque, una vez que penetra, es fácil comprender cómo en el mundo exista siempre alguno que espera a algún otro, así sea que nos encontremos en un desierto o en una gran ciudad. Y cuando estos dos seres se encuentran, y sus miradas se cruzan, todo el pasado y todo el futuro no tienen más alguna importancia. Existen sólo ese momento y esa extraordinaria certeza que todas las cosas debajo del sol han sido escritas por la misma mano: la mano que despierta al amor y que ha creado un alma gemela para cualquiera que trabaje, se repose y busque sus propios tesoros bajo el sol. Porque, si todo esto no existiera, no tendrían más algún sentido los sueños de la humanidad. (...)"
("El alquimista", Paulo Coelho)
Un libro donde el protagonista inicia un largo viaje, y el lector lo inicia junto a él. Un viaje para descubrir el mundo; un viaje hacia nuestro interior. Y como bien narran estas letras, no importa la meta de este viaje, sino el recorrido... y cuanto sea importante conocerse a uno mismo antes de poder compartir con otro ser nuestro mundo.
Yo le daría una oportunidad a esta lectura porque, aún si no te cambiará la vida, siempre encontrarás algo sobre lo que reflexionar.
Detalles del Libro
Título original: "O Alquimista"
Autor: Paulo Coelho
Editorial: Grijalbo
Fecha de la primera edición: 01/enero/1988
Páginas: 203