miércoles, 11 de enero de 2023

"Blonde"

"(...) Marilyn no existe. Cuando salgo de mi camerino, soy Norma Jeane. Sigo siendo ella cuando la cámara está rodando. Marilyn Monroe solo existe en la pantalla. (...)
("Blonde", de Andrew Dominik)


Este último fin de semana, finalmente, ví "Blonde". Película muy audaz de Andrew Dominik basada en la homónima novela de Joyce Carol Oates. Quedé maravillada con la actuación de Ana de Armas...
...y, como siempre, me quedé pensando.

¿Por qué nos cuesta tanto decir "no"? ¿o "esto no me gusta"; "esto me lastima"; "esto me enoja"? ¿Por qué preferimos "quedar bien", así sea con apenas un conocido, que "estar bien" con nosotros mismos? Reconozco que muchas veces y en tantas situaciones uno debe; me corrijo, elige "al mal tiempo, buena cara", por relaciones familiares, por lazos de amistad, por cuestiones laborales. Pero ¿hasta qué punto ahogar estos sentimientos, estas reacciones, es válido, es bueno para nuestra salud mental, anímica?

Los otros días hablaba con una amiga justamente de esto. Le decía que, de vez en cuando, se debe "explotar", nos lo debemos a nosotros mismos. Y con esto no quiero decir otra cosa que mandar al diablo aquello que no queremos soportar, al menos en ese momento, y decirlo con todas las letras. Si una amiga o mi hermano mismo, un día me manda de "paseo", seguro que me voy a enojar, pero pasada la rabia inicial, puedo llegar a comprender que la otra persona pudo haber tenido un mal día o que, tal vez, esté pasando por circunstancias a mí desconocidas y que eso la tienen mal... entonces se charla, se habla de lo que pasó y porqué, y se sigue adelante. Si yo tengo una relación de amistad, personal con esa otra persona, entenderé su explosión y no hará mella en dicha relación, porque el amor sabrá superar ese tropiezo... pero, si nada me une a ese otro, ¿por qué soportar lo que siento como una agresión o una herida a mi propia alma? ¿por qué debo ponerme una máscara y fingir que todo me está bien? ¿para cuidar del otro? ¿y quién cuida de mí misma?

Más allá de cualquier reflexión, no te pierdas la película.