“Cuando una mujer que tiene mucho que decir, no habla,
su silencio es atronador.”
("Anna y el Rey" de Andy Tennant)
A fines de 1999 llega por tercera vez a las grandes pantallas, la historia de esta pareja que nunca lo fue. Todo comienza cuando la maestra inglesa, Anna Leonowens (Jodie Foster), llega junto a su hijo a Siam para educar a aquellos del Rey Mongkut (Chow Yun Fat). Ella tan occidental, él tan tradicionalista. Dos mundos que se encuentran para complementarse y enriquecerse mutuamente.
Una película que es una clásica historia de amor, que por momentos puede volverse cansadora y con escenas que, en mi modesta opinión, hubiesen podido obviarse... pero al final, aún si la conclusión era clara desde el inicio, éste es dulce y desgarrador al mismo tiempo; porque si todos pudieron -o pueden- fantasear con alguna otra opción, cualquier otra sería impensable.
Una película para no dejar de ver, no importa si ya lo has hecho antes.