"(...)
¿Cuántas veces contamos la historia de nuestra vida? ¿Cuántas veces la adaptamos, la embellecemos, introducimos astutos cortes? Y cuanto más se alarga la vida, menos personas nos rodean para rebatir nuestro relato, para recordarnos que nuestra vida no es nuestra, sino sólo la historia que hemos contado de ella. Contado a otros, pero sobre todo a nosotros mismos.
(...)"
("The sense of an ending", de Ritesh Batra)
Los otros días comencé a ver una película sin haber leído nada de ella y, como era la versión en italiano, el título tampoco me decía demasiado. El hecho es que a los pocos minutos, la historia resonaba en mi cabeza... y claro, era una adaptación del muy buen libro de Julian Barnes, "El sentido de un final"...
Obviamente he vuelto a quedarme pensando, reflexionando, sobre la juventud y la madurez... el saber decir las cosas, en el modo y el momento justo -si es que algún momento jamás lo es-... cuánto o más importante sea, tal vez, aprender a callar... y cuántas "verdades" pueda haber en una misma historia.
Supongo que como siempre, todo dependerá desde dónde la veamos, a quién se la contemos o cuántas veces (nos) lo hemos hecho.