miércoles, 2 de junio de 2021

Mujeres


¿Alguien se acordaba cómo empezaba esta película? ...es que yo desde el momento que la ví, me impactó. Es tan absolutamente cierto y es por ello que cada tanto me pregunto ¿qué les pasa a las mujeres con las otras mujeres?

En los años que tengo y en los cuales la memoria me acompaña (que son la mayoría por suerte), no recuerdo nunca haber escuchado a un hombre, a un padre decirle a su hijo pequeño: "esta niña te ha maltratado porque tú le gustas..."; ni tampoco decirle a un adolescente: "es que la muchacha te ignora porque le gustas tanto que no sabe cómo encararte..."; menos aún he escuchado que los amigos le dijeran: "es que a esa mujer no le duran las parejas porque ninguno ha sabido comprenderla como lo haces tú..." ...y me pregunto una y mil veces ¿por qué? ¿Por qué no pueden ser realmente sinceras? ¿Por qué no pueden ser verdaderamente solidarias, compañeras entre ellas?

Y disculpen si me tiro fuera de la ecuación, pero es que son muchos años que ya no me identifico -si alguna vez lo hice- con este sistema perverso que suelen usar muchas. Todo el tiempo se lee y se oye criticar a los hombres por una lista infinita de motivos, pero hay cosas que ellos parece las tuvieran en el adn y las mujeres no; por ejemplo la solidaridad de género. No me hace falta un estudio de alguna universidad súper famosa para saber que la mayor parte de los hombres tiene una lógica de conducta bastante simple: "me maltratas = no te gusto"; "me ignoras = no te intereso" y, por sobre todas las cosas, no culpa a otros hombres de lo que les pasa con las mujeres. Por ejemplo, un hombre le cuenta a su amigo que ella le ha sido infiel: "esa malnacida se encamó con el compañero de facultad...", le echa la culpa a ella, no le interesa con quién y menos cómo es el otro tipo. En cambio una mujer le cuenta a su amiga que él le ha sido infiel: "es que esa bruja lo hechizó, esa p... lo sedujo..." ...y lo peor, es que con mucha probabilidad, la amiga responda: "pobre... esa arpía no tiene principios..." ...¿por qué?

No voy a decir que nunca me he quejado en la intimidad de una conversación con una buena amiga, pero ellas pueden ser testigo que siempre "defendí" a las otras mujeres, nunca las sentí ni las creí involucradas en ningún modo en los conflictos que pudiese o no tener yo. También digo que, tire la piedra quien no se haya 'interesado' alguna vez en un cretino. Pero lo que no acepto es que las mujeres se llenen la boca hablando de feminismo y sororidad y luego, lo primero que hacen es señalar a otras mujeres. Cuando eres pequeña las mujeres a tu alrededor te dicen: "la otra niña te ha empujado porque te envidia...", nadie te hace ver que: "la otra niña te ha empujado porque se cansó que hicieras la prepotente..."; de adolescente te pones jeans a tiro bajo y tus amigas: "te queda fantástico!", ninguna que te diga: "no jodas, que no tienes cuerpo para eso!", y si alguna lo hace, esa es a la que se odia y no se le habla más; y de adultas ya las cosas se las cuentan solas: "es que él nunca conoció a una mujer como yo, nunca una lo comprendió y lo dejó ser en toda su expresión..." ...claro, esto es mucho más fácil que admitir frente a un espejo y el mundo, que te has enamorado de un cretino. Y atención, no digo que todos somos iguales con todos, yo puedo tener una malísima experiencia con A y venir otra persona y decirme que A es el ser más maravilloso de este mundo y serlo, sólo que ya se sabe cómo son las probabilidades y aquella frase de que "el lobo pierde el pelo pero no el vicio". Y es que las mujeres deberían dejar a la gran pantalla lo de "wonder woman", que todo lo saben y que ese otro cambiará gracias a ellas, y darse cuenta, que la mayor parte de las veces, no son la excepción sino la regla.

"[..] Y la regla dice que si un hombre no te llama, es porque no quiere llamarte. Si te trata como si no le importara nada, es porque no le importa nada. Si te engaña, es porque no le gustás lo suficiente.
No existen hombres asustados, confundidos, desilusionados. No existen hombres trágicamente marcados de las experiencias pasadas, necesitados de ayuda, necesitados de tiempo. Los hombres se dividen en dos categorías nada más: aquellos que te quieren, y aquellos que no te quieren. Todo el resto es una excusa.
Y tú, tú mujer, de profesión haz el abogado, la vendedora, la camarera, la maestra, el ama de casa, la administradora, la modelo, la contable, la actriz, la estudiante...no la cruz roja!!! Por eso, esperá que él te pida de salir, porque está bien la paridad de los sexos, las cuotas rosas y la igualdad de los derechos, pero los tiempos no cambiaron tanto. Los hombres siguen siendo siempre cavernícolas, aunque lleven la corbata y como tales adoran el sabor de la conquista.
Mantente alejada de los hombres casados. No dejarán la mujer por vos. Menos que menos dejarán los hijos por vos. Y no creas a la historia de la amiga de la hermana de tu prima, que acaba de llegar al altar con aquel divorciado. Tú no eres la excepción. Tú eres la regla. Al diablo aquellos que te obligan a esperar horas al lado de un teléfono que no suena. No han perdido tu número. No han atropellado un perro. No acaban de descubrir que tienen un cáncer a la próstata. Probablemente están al teléfono con otra. O son gay.
Al diablo aquellos que no usan los verbos en futuro. No son analfabetos. Simplemente no se quieren comprometer. Porque no les gustas lo suficiente. Los reconoces fácilmente: son los que tienen un cartel colgado al cuello con escrito: "Estamos saliendo". Cuando escuchas esto, escapa. No gastes tus hermosos zapatos nuevos (y ni siquiera aquellos viejos!) en correr detrás de un hombre que no te quiere. Úsalos más bien, para agarrarlo a patadas en el culo. Aprende el arte de ser mujer. Aprende el arte de obtener de los hombres aquello que deseas, no haciendo caprichos, sino haciéndoles creer que fueron ellos los que decidieron.
Aprende a elegir, en vez de ser elegida. [...]"
(Extraído de la película "He's just not that into you", de Ken Kwapis)



La entrada ha sido un poco extensa (y juro que me contuve) pero son cosas en las que pienso y reflexiono a veces y quiero compartir. Agradezco a quien ha leído hasta aquí y, por sobre todas las cosas, a mis Amigas, así con mayúsculas, porque son de esas mujeres que no sólo me demuestran día a día la verdadera amistad y solidaridad, diciéndome no lo que quiero escuchar sino lo que ellas tienen que decirme; y porque yo puedo ser tal cual con ellas... gracias.




(Dedicada especialmente a Ale, mi Luna personal,
que me aguanta horas y horas con mis reflexiones -locuras-,
que me escucha con sabia paciencia
y sabe decirme cuando me estoy yendo de olla... jajajajaja!)