"Esta noche, quiero que te cueles en mi cama y seas cada palabra que susurre la almohada, quiero que seas poesía, un libro antiguo con una dedicatoria mágica.
Quiero que seas mi invierno todo el año, quiero poder bañarme en tu playa con bandera roja. Esta noche, serás mi palabra aguda, empezando por la tentación y acabando por la atracción fatal de tu piel, cuando la eriza una canción. Serás mi sed, mi sol, serás mi primera vez un día de octubre.
Serás mi prohibida constelación.
Esta noche, serás mi palabra llana, serás mi aire, mi agua y mi fuego, serás el morbo que caliente mis ganas, cuando no nos quede nada. Serás mi delirio de una noche sin Luna, serás cada lunar de mi espalda formando el mapa que te lleve a mi cuerpo.
Serás mi palabra esdrújula, mi éxtasis, mi clavícula. Mi mayor pecado sin despertador que lo interrumpa. Soñaré toda la noche bajo las sábanas de tu pelo, bailaremos al son de una canción que nadie, jamás, podrá tocar.
Esta noche, quiero que seas mi libro preferido, el que abandoné en aquella Feria como símbolo del mayor crimen pasional que jamás he cometido. El dolor que nos provocamos debería estar castigado con la peor condena, una en la que ni tú ni yo pudiésemos volver a tocar el cielo.
Pero esta noche, no habrá distinción entre el cielo y el infierno, quédate conmigo y te lo demuestro."
Quiero que seas mi invierno todo el año, quiero poder bañarme en tu playa con bandera roja. Esta noche, serás mi palabra aguda, empezando por la tentación y acabando por la atracción fatal de tu piel, cuando la eriza una canción. Serás mi sed, mi sol, serás mi primera vez un día de octubre.
Serás mi prohibida constelación.
Esta noche, serás mi palabra llana, serás mi aire, mi agua y mi fuego, serás el morbo que caliente mis ganas, cuando no nos quede nada. Serás mi delirio de una noche sin Luna, serás cada lunar de mi espalda formando el mapa que te lleve a mi cuerpo.
Serás mi palabra esdrújula, mi éxtasis, mi clavícula. Mi mayor pecado sin despertador que lo interrumpa. Soñaré toda la noche bajo las sábanas de tu pelo, bailaremos al son de una canción que nadie, jamás, podrá tocar.
Esta noche, quiero que seas mi libro preferido, el que abandoné en aquella Feria como símbolo del mayor crimen pasional que jamás he cometido. El dolor que nos provocamos debería estar castigado con la peor condena, una en la que ni tú ni yo pudiésemos volver a tocar el cielo.
Pero esta noche, no habrá distinción entre el cielo y el infierno, quédate conmigo y te lo demuestro."
(Mónica Gae)