No sé si todos podrán entender lo que diré, tal vez lo haga quien, como yo, vive o ha vivido lejos de su tierra.
¿Cuándo llegas a casa? ¿Cuándo sentís que estás ahí... que nunca te fuiste del todo? Para algunos, cuando duermen en su vieja casa, porque todo tiene un perfume tan propio... para otros cuando comen la comida de mamá, de papá, de la abuela en el mejor de los casos, o esas cosas que son muy típicas... cuando te abrazas a esos amigos que son más bien hermanos ya... cuando caminas por las calles que te vieron crecer... cuando pasas por la puerta de tu vieja escuela, del kiosco donde te comprabas las golosinas, de esa plaza donde jugaste, paseaste y te diste tu primer beso... para mí es todo eso sumado a mi paseo por los puestitos de viejos libros de Palermo, viajar en tren y subte y, sin dudas, cuando voy al cine. Y hacerlo para ver una película argentina y encima remake de otra que siempre me gustó... pues, la emoción es casi indescriptible.
"El cuento de las comadrejas" es una película que se estrenó aquí en Buenos Aires el pasado 16 de mayo. Después de casi diez años, Juan José Campanella, director de "El secreto de sus ojos", se presenta nuevamente en las grandes pantallas. Pero esta vez lo hace con un desafío, con una remake de una muy buena película pero que en su momento no tuvo el éxito que -tal vez- merecía, la recordada "Los muchachos de antes usaban arsénico" de José Martínez Suárez. Una gran apuesta ya que no es sencillo, menos después de lo logrado con la anterior (nada más ni nada menos que obtener el premio Oscar); pero que en mi humilde opinión, ha ganado ampliamente.
No haré comparaciones, las he siempre considerado odiosas e inútiles, me basta decir que ésta dura casi 20 minutos más que la original y, que en los tiempos en los que vivimos, en vez de ser una 'guerra de sexos' basada en fuertes abusos contra la mujer, es una batalla generacional. Los 'jóvenes' -Nicolás Francella y Clara Lago- llegan tan modernos y ambiciosos, se creen tan pillos, que pueden contra todo y todos... y se enfrentan a los 'viejos' -Graciela Borges, Luis Brandoni, Oscar Martinez y Marcos Mundstock- que son a su vez más pícaros y más cínicos, simplemente porque tienen en sus espaldas la experiencia de una vida.
Una Graciela Borges a la que parece que el tiempo no le hubiese pasado... un Luis Brandoni siempre adorable... un Oscar Martinez preciso, magnífico... y un Marcos Mundstock soberbio e indiscutiblemente rey del más mordaz, irónico y negro humor que se haya jamás visto.
Aplaudí emocionada... y sentí que estaba en casa.
¿Cuándo llegas a casa? ¿Cuándo sentís que estás ahí... que nunca te fuiste del todo? Para algunos, cuando duermen en su vieja casa, porque todo tiene un perfume tan propio... para otros cuando comen la comida de mamá, de papá, de la abuela en el mejor de los casos, o esas cosas que son muy típicas... cuando te abrazas a esos amigos que son más bien hermanos ya... cuando caminas por las calles que te vieron crecer... cuando pasas por la puerta de tu vieja escuela, del kiosco donde te comprabas las golosinas, de esa plaza donde jugaste, paseaste y te diste tu primer beso... para mí es todo eso sumado a mi paseo por los puestitos de viejos libros de Palermo, viajar en tren y subte y, sin dudas, cuando voy al cine. Y hacerlo para ver una película argentina y encima remake de otra que siempre me gustó... pues, la emoción es casi indescriptible.
"El cuento de las comadrejas" es una película que se estrenó aquí en Buenos Aires el pasado 16 de mayo. Después de casi diez años, Juan José Campanella, director de "El secreto de sus ojos", se presenta nuevamente en las grandes pantallas. Pero esta vez lo hace con un desafío, con una remake de una muy buena película pero que en su momento no tuvo el éxito que -tal vez- merecía, la recordada "Los muchachos de antes usaban arsénico" de José Martínez Suárez. Una gran apuesta ya que no es sencillo, menos después de lo logrado con la anterior (nada más ni nada menos que obtener el premio Oscar); pero que en mi humilde opinión, ha ganado ampliamente.
No haré comparaciones, las he siempre considerado odiosas e inútiles, me basta decir que ésta dura casi 20 minutos más que la original y, que en los tiempos en los que vivimos, en vez de ser una 'guerra de sexos' basada en fuertes abusos contra la mujer, es una batalla generacional. Los 'jóvenes' -Nicolás Francella y Clara Lago- llegan tan modernos y ambiciosos, se creen tan pillos, que pueden contra todo y todos... y se enfrentan a los 'viejos' -Graciela Borges, Luis Brandoni, Oscar Martinez y Marcos Mundstock- que son a su vez más pícaros y más cínicos, simplemente porque tienen en sus espaldas la experiencia de una vida.
Una Graciela Borges a la que parece que el tiempo no le hubiese pasado... un Luis Brandoni siempre adorable... un Oscar Martinez preciso, magnífico... y un Marcos Mundstock soberbio e indiscutiblemente rey del más mordaz, irónico y negro humor que se haya jamás visto.
Aplaudí emocionada... y sentí que estaba en casa.
Una propuesta muy interesante... Los jóvenes que creen saberlo todo vs a la experiencia y la sabiduría.
ResponderBorrarGracias, mi querida Alma.
Mil besitos con cariño y feliz día ❤️
A mí me ha gustado mucho Auro, aunque como dije, ya me gustaba la "original".
BorrarBesotes infinitos 😘😘😘
salvo Borges y Martínez a los demás no les tengo nada de cariño je... incluso a su director tampoco... la veré igual en la pc cuando esté disponible, me encanta el cine argentino... saludos...
ResponderBorrarTe entendí JLO... yo será que separó lo que es el "arte" de cada uno, de todo el resto y los cuatro "viejos" actores son de lo mejorcito que tenemos en este país... y, más allá de todo, Brandoni se ha convertido en un grande indiscutiblemente.
BorrarUn beso.
Hola Alma!
ResponderBorrarMe gusta como arranca este post, a mi me tira mucho la nostalgia, creo que a veces demasiado, supongo que sera cosa de la edad...jeje
Tomo nota de tu recomendación cinematografica.
Besos:)
Hola Fran!!
BorrarNo creo sea una cuestión de "edad" lo de la nostalgia... yo tengo momentos donde lo soy mucho, parezco un tango en carne y hueso...y hay otros donde todo lo llevo mejor... por eso te digo, cuestión de momentos...y hay que también permitirse la nostalgia.
Besotes!
Se ve divertida y de eso una comedia debe tener bastante.
ResponderBorrarMás besos dulces Alma.
Así es Dulce... a un amigo de este blog que respeto mucho, sobre todo en este tema (Miguel), siempre le he leído que el cine debe -así de "obligación"- entretener, que esa es su "función principal", y esta película lo cumple ampliamente sin dudas.
BorrarBesos grandes.
Una película que se ve muy divertida y entrañable. ¡Saludos!
ResponderBorrarYo creo lo sea David, y si llega a España, que creo que sí ya que es una co-producción, ve a verla porque vale.
BorrarUn beso.
¡Hola Alma!
ResponderBorrarPodría decir que junto a Mariano Cohn, y Gastón Duprat, Juan José Campanella es mi director de cine preferido de entre los cineastas de tu tierra. De entre sus películas destacadas me encantó Luna de Avellaneda, y muy especialmente su serie
Vientos de agua. Así que tras tu buena opinión sobre "El cuento de las comadrejas" ya solo falta que llegué a España para poder disfrutar de su nuevo proyecto. Además, me encanta el reparto y especialmente por la aparición de Óscar Martinez y Luis Brandoni de los que he reseñado varias películas. Una de ellas, El ciudadano Ilustre me pareció un obra cumbre. Otra, "Mi obra maestra" me pareció una comedia deliciosa.
Anotada queda, Besos.
Hola Miguel!!!
BorrarMe encanta que hayas venido hasta aquí, sabes cuánto me importa tu opinión...y, definitivamente, tenemos gustos muy parecidos. "El ciudadano ilustre" no pude verla, la empecé los otros días y no pude seguir... me queda en deuda. "Mi obra maestra" sí la ví y me encantó, me reí mucho... en los últimos años me parece que Luis Brandoni se ha confirmado como un grandísimo actor.
Ésta supongo que ya llegará porque es coproducida por España, y cuando sea y la puedas ver, me contarás qué te parece.
Besotes!!!