Recordó todas las cosas de su vida de las que había culpado a su madre, a su padre, a sus profesores, a su mujer, a su hijo, a sus amigos y a todos los demás. A medida que caía en el vacío, fue despidiéndose de todos los juicios que había hecho contra ellos.
Fue cayendo cada vez más rápidamente, vertiginosamente, mientras su mente descendía hacia su corazón. Luego, por primera vez en su vida, contempló su vida con claridad, sin juzgar y sin excusarse. En ese instante aceptó toda la responsabilidad por su vida, por la influencia que la gente tenía sobre ella y por los acontecimientos que le habían dado forma.
A partir de ese momento, fuera de sí mismo, nunca más culparía a nada ni a nadie de todos los errores y desgracias. El reconocimiento de que él era la causa, no el efecto, le dió una nueva sensación de poder. Ya no tenía miedo.
(...)"
("El caballero de la armadura oxidada", Robert Fisher)
Después de muchos años, finalmente había leído este libro. A pesar de que unos y otros me lo habían recomendado, siempre lo posponía... hasta que lo leí.
¿Qué decir? ...un libro que podría definir como un cuento. Eso es, un cuento adapto para cualquier edad; porque sin importar los años que tengas, ni en qué momento personal te encuentres, al leerlo sacarás una interpretación, una enseñanza diferente. Por eso resulta muy fácil 'verse' dentro la historia, ser este "[El] caballero de la armadura oxidada". Y si bien podría este libro incluirse dentro el género de autoayuda, nada tiene que ver con fórmulas mágicas o consejos de qué y cómo hacer. En realidad es una pequeña historia que ayuda a hacer un viaje dentro de nosotros mismos, y que habla de estas falsas armaduras que todos y cada uno de nosotros cargamos.
Es un libro breve, que se puede leer en una o pocas horas, y que seguramente te hará no sólo reflexionar, sino relajarte un poquito.
Detalles del Libro
Título original: "The Knight in rusty armor"
Autor: Robert Fisher
Traducción: Verónica d'Ornellas Radziwill (en español)
Editorial: Ediciones Obelisco
Fecha de la primera edición: 01/mayo/1997
Páginas: 93
lo leí hace muchos años en portugués. estaba en una casa que había alquilado en barra da lagoa.
ResponderBorrarno recuerdo que me haya dejado mucho, pero es que en las épocas mas felices (y algunas son mas felices que otras) uno no se para a reflexionar mucho, no?
Por eso de las reflexiones, f, no sé... siempre digo que soy una jodida, que estoy hecha mal tal vez, porque yo reflexiono siempre...
BorrarMe suena el título, no habrá alguna película con ese título o del mismo libro? puede ser, porque como libro lo desconozco.
ResponderBorrarBesos dulces Alma y dulce semana.
No lo sé Dulce, no sé si hay una película que se llame así y/o basada en el libro... tendría que averiguarlo.
BorrarBesos grandes.
Mientras solo tenga la arma-dura oxidada todo va bien ja, ja, ja. Tiene arreglo. Los cuentos me gustan y da una visión de conjunto que hacen mucho más facil de transmitir el mensaje.
ResponderBorrarBesos Alma y buen comienzo de semana!
Jajajajajajajajajajaja Miguel... adoro quien sabe bromear con el doble sentido. Creo que el libro te gustaría, tenlo en cuenta.
BorrarBesotes bonito!
Si pongo comillas a todo lo que dices sobre lo de posponer este libro sería como verme en un espejo. Solo que yo sigo en la fase previa a su lectura, me temo. A ver, si dentro de poco me animo. Sabiendo que tú al final te has decidido, a pesar de ser tan reacia como yo, y lo has disfrutado... eso debe de significar algo.
ResponderBorrarUn abrazo.
#devuelvocomentarios
¿Sabes qué creo Rebeca? ...que los libros, como tantas otras cosas, nos llegan en el momento adecuado; y éste será cuando te decidas a leerlo.
BorrarUn beso.
En su momento fue un libro-boom! Arrasó en las librerias.
ResponderBorrarRecuerdo leerlo en voz alto de a poco con mis hijos pequeños, era un momento de reunión y aprendizaje.
Me gustó mucho!
Un besazo,bonita mía!
Sí, lo recuerdo Ale, aunque yo tardé muchísimo más tiempo, años, en leerlo. Extraño lo de leerle a alguien y compartir opiniones, pareceres... con lo que me gusta.
BorrarSmu@ckssssssssssssssssssss!
Estoy haciendo lo mismo: posponiéndolo. A ver si me pongo con él, Alma. Gracias por la recomendación.
ResponderBorrarMil besitos con cariño y feliz semana ♥
Estoy segura Auro que te gustará, tú sabes de encontrar la belleza en lo simple.
BorrarBesotes infinitos preciosa!
¡Hola, Alma! No llegué a leerlo, pero si hojearlo varias veces. Un cuento con mensaje e intención de servir como un recurso de crecimiento personal y, en este caso, con esa metáfora de la armadura que al oxidarse nos paraliza, como los remordimientos y la culpa. A ver si puedo hincarle el diente un día de estos. Un abrazo!!
ResponderBorrar¡Hola David!
BorrarTal vez una lectura para estos meses de vacaciones, ¿qué te parece?
Un besote!
tengo la sensación de que este tipo de libros ayuda sobre todo a quien lo escribió, como una catarsis para determinar qué está mal en su propia vida, comprenderlo, corregirlo y salir adelante. lo de publicarlo es para que otros reflexionen sobre sus propias realidades, hacer el proceso correspondiente y que hallen por sí mismos la salida.
ResponderBorrarun beso.
Yo creo DRACO, que eso sucede con la mayor parte de las historias, de las buenas historias... porque creo que los lectores nos damos cuenta cuando algo está hecho, escrito, con un fin puramente comercial... son esas cosas que no llegan a tocarte el alma... ¿no?
BorrarUn beso.
Me pasa tal cual a vos, me lo recomendaron mil veces, pero a diferencia tuya, yo todavía no lo leí.
ResponderBorrary bueno, después de este consejo, no lo voy a posponer más. Voy a ver dónde lo consigo
Beso!
Si sólo lees libros de papel seguramente lo encontrarás en alguna biblioteca... y si lees por ebook también, Frodo, me avisas.
BorrarUn beso.
Lo he leído en dos tiempos diferentes. La primera por obligación y la segunda por placer. Te hace darte cuenta, que tienes que tomar las riendas de tu vida, dejar el victimismo y avanzar. Me gustó mucho.
ResponderBorrarHola Mari, qué alegría volver a leerte por aquí!!
BorrarExactamente eso me ha hecho pensar este libro...
Besitos.