Sinopsis: El señor Scrooge es un viejo avaro y cascarrabias. No conoce la compación ni la caridad, tiene el carácter avinagrado y un corazón duro como la piedra, que no se ablanda ni tan sólo cuando llega la Navidad. Pero pronto va a recibir la visita inesperada de tres espíritus, que lo acompañarán a las navidades de su infancia, del presente y del futuro. Y lo que descubrirá le cambiará la vida.
Los que me leen desde hace tiempo tal vez se pregunten qué pasó que, otra vez, hablo de este libro. Pues simplemente estaba leyendo la frase con la cual cerré la entrada de esta reseña el año pasado:
“(...)Haré honor a la Navidad en mi corazón y procuraré mantener su espíritu a lo largo de todo el año. Viviré en el pasado, en el presente y el futuro; los espíritus de los tres me darán fuerza interior y no olvidaré sus enseñanzas... (...)”
(Fragmento de “Cuento de Navidad”, de Charles Dickens)
...y me quedé pensando en todo lo que ha ocurrido en mi vida desde entonces hasta hoy.
En lo personal fue un año difícil, el más difícil que recuerdo en todos mis años. Y así fue que me encontré a recordar navidades pasadas... las más lejanas, las de mi infancia; las de mi hija y sobrinos cuando eran pequeños; seguí pensando en cómo será la de este año, con todo lo que (me) pasa y falta por pasar... e imaginé como me gustaría vivir las futuras, las que vendrán... Admito haber llorado de emoción con algunos recuerdos, pero sobre todo, he sonreído... y lo hice más al mirar hacia adelante.
Y de eso se trata esta historia. Un pasado que nos debería enseñar, un presente que deberíamos disfrutar a pleno, y un futuro que deberíamos mirar con ilusión. Simple.
Una vez más vuelvo a recomendarte este libro de Charles Dickens, o que mires una de las tantas versiones cinematográficas (yo adoro la de 1984 de Clive Donner con un brillante George C. Scott en el papel de Mr. Scrooge)... en definitiva, no te pierdas esta historia y todo su significado.
DetallesdelLibro
Título original:"Christmas Stories"
Autor:Charles Dickens
Editorial:ACMR
Fecha de la primera edición:01/enero/1867
Páginas:184
No creo que este espacio se tome vacaciones, las entradas estarán programadas como de costumbre, al menos las pocas que quedan para terminar el año... y en el próximo, ya veremos.
Quiero agradecer uno a uno a los que me acompañaron aquí todo este tiempo; si a pesar de todo muchas veces he sonreído, en parte se los debo propio a ustedes, por ese ida y vuelta que se produce entrada tras entrada. A algunos he podido agradecer en privado pero aprovecho para hacerlo una vez más, y les deseo todo lo mejor en estos días y en toooooooodos los que estén por venir. (Para no hacerlo muy extenso, aquí te dejo el enlace donde te agradezco y dejo un regalito para ti.)
¿A que te señalen con el dedo?, ¿a los prejuicios?
¿A una condena?, ¿a un estigma social?
¿Al engaño?, ¿a la traición?, ¿a la verdad?
¿A los cambios?, ¿a dejar todo?, ¿al futuro?
¿A no reconocer lo que refleja un espejo?
¿A desear desaparecer?, ¿a morir?
¿A perder a alguien que amas en un instante?
¿A que esa vez haya sido la última?
¿A que, tal vez, no haya mañana?
Yo pasé por todas y cada una... y aquí estoy.
Aprendí a dominar mis miedos; a tragarme las lágrimas; a gritar por dentro; a hacer de mis propias fragilidades, mi fuerza... Soy la que se para de frente a la tormenta, y en el centro del tornado clavo mis tacones. Porque así lo elegí, porque es la responsabilidad que me asumo, porque soy esa capaz de bajar al Infierno y escaldar al mismísimo Diablo si se mete con los míos... si se meten con lo mío.
Entonces, ¿a qué le tenés miedo?
¿A una como yo? ... ¿a las huellas que he podido dejar? ... ¿a mi presencia en esta ausencia? ... ¿a mi saber estar a pesar de cualquier distancia? ... ¿a las palabras que mi boca le desprende al viento?
Pues no lo hagas, no hay maldad en ellas. Déjalas que él se las lleve, que caigan en el olvido. Otras cosas hablarán por mí. Sólo bastará escuchar con atención... y...